Manuel Vicente Cuervo Épico.
En el principio todo era oscuridad y confusión en La mente de los mortales. Su alimento eran la superstición, la ignorancia y la crueldad. La tristeza los consumía, puesto que les eran desconocidos aquellos rasgos de carácter que caracterizan a las almas superiores: Amor, comprensión, tolerancia y la disposición al sacrificio.
Pero un día las entrañas de la tierra fueron conmovidas. El mar rugía como un león que ha sido despojado de su cría. Los volcanes dejaron escapar de su prisión aquella lava ardiente e infernal que fue consumiendo todo lo que a su paso hallaba.
Las bestias y todas las especies de animales enloquecieron y sus lamentos fueron escuchados en los confines del planeta.
La tierra se estremecía y sus abismos fueron abiertos, infinidad de criaturas fueron a dar a su seno y devoradas por las llamas que de ahí brotaban…
…y de repente, los cielos fueron rasgados. Ráfagas de luz divina, como torrencial aguacero cayó sobre la tierra.
Algunos privilegiados les fue iluminada su mente y sus conciencias fueron sensibilizadas.
En un pueblito de tierras fértiles como las de Canaán, bordeado de aguas saladas y verdes colinas; donde los luceros cada noche bajan a contemplar y a deleitar sus sentidos en la belleza de las mujeres que allí habitan. En aquel lugar, donde la luna se hizo de un amante que en cada nueva aurora endulzaba su alma con rocíos de poesías…
…En aquel recinto de arco-iris y mariposas predicando al viento sus sueños de libertad. En aquel lugar llamado Puerto Cumarebo hicieron su morada los iluminados.
Y una noche recibieron la visita del rey del cielo y de la luz.
- Os vengo a traer un nuevo obsequio – les dijo
-Y a encomendarles una misión. El presente es el amor, y con la luz que ya poseéis y la bondad que ahora les entrego no habrá causa fallida.
- Debéis organizarlo y fundar una escuela, la cual tendrá como misión combatir las tinieblas en todas sus formas:
Ignorancia, mentira, violencia, fanatismo y corrupción.
- ¿Y qué nombre le daremos a esa sagrada institución?
- Preguntó uno de los presentes.
- Se llamará Manuel Vicente Cuervo. Ese era el nombre de uno de los iluminados y destinado hacer guía de muchas generaciones.
- Debéis sembrar – Prosiguió el altísimo – En cada corazón de los niños y niñas que lleguen a vuestro regazo las semilla de la paz, el interés y la devoción por el trabajo, el amor por sus semejantes, la solidaridad con el que sufre, el respeto por la naturaleza y sus leyes. Haciéndoles entender que cuando la dañen se perjudicas así mismo y un día perecerán, porque las leyes que rigen al universo son las mismas que gobiernan al hambre y también a la flor que crece en el jardín y al curso de los ríos.
- Hacedles entender que la ley de la compensación es inexorable y que todo lo que el hombre sembrare, eso cosechará. Decidles que nunca, y bajo ninguna circunstancias deben renunciar a su derecho a pensar y a luchar para construir un mejor destino, porque ahí radica la verdadera libertad.
- Enseñarles que la dignidad está por encima de la vida, porque muy poco valor tiene una existencia carente de dignidad.
Y conforme se dijo, fue hecho. Y desde aquel instante, aquellos escogidos sembraron la simiente que les había encomendado en el alma de aquellos discípulos que asistían en busca de conocimientos y sabiduría a aquella fuente de luz.
¡Y hasta el presente sigue soñando con la construcción de un mundo mejor!
Autor: Yngry W Sánchez C.
Puerto Cumarebo; 26 de Octubre de 2009.
En el principio todo era oscuridad y confusión en La mente de los mortales. Su alimento eran la superstición, la ignorancia y la crueldad. La tristeza los consumía, puesto que les eran desconocidos aquellos rasgos de carácter que caracterizan a las almas superiores: Amor, comprensión, tolerancia y la disposición al sacrificio.
Pero un día las entrañas de la tierra fueron conmovidas. El mar rugía como un león que ha sido despojado de su cría. Los volcanes dejaron escapar de su prisión aquella lava ardiente e infernal que fue consumiendo todo lo que a su paso hallaba.
Las bestias y todas las especies de animales enloquecieron y sus lamentos fueron escuchados en los confines del planeta.
La tierra se estremecía y sus abismos fueron abiertos, infinidad de criaturas fueron a dar a su seno y devoradas por las llamas que de ahí brotaban…
…y de repente, los cielos fueron rasgados. Ráfagas de luz divina, como torrencial aguacero cayó sobre la tierra.
Algunos privilegiados les fue iluminada su mente y sus conciencias fueron sensibilizadas.
En un pueblito de tierras fértiles como las de Canaán, bordeado de aguas saladas y verdes colinas; donde los luceros cada noche bajan a contemplar y a deleitar sus sentidos en la belleza de las mujeres que allí habitan. En aquel lugar, donde la luna se hizo de un amante que en cada nueva aurora endulzaba su alma con rocíos de poesías…
…En aquel recinto de arco-iris y mariposas predicando al viento sus sueños de libertad. En aquel lugar llamado Puerto Cumarebo hicieron su morada los iluminados.
Y una noche recibieron la visita del rey del cielo y de la luz.
- Os vengo a traer un nuevo obsequio – les dijo
-Y a encomendarles una misión. El presente es el amor, y con la luz que ya poseéis y la bondad que ahora les entrego no habrá causa fallida.
- Debéis organizarlo y fundar una escuela, la cual tendrá como misión combatir las tinieblas en todas sus formas:
Ignorancia, mentira, violencia, fanatismo y corrupción.
- ¿Y qué nombre le daremos a esa sagrada institución?
- Preguntó uno de los presentes.
- Se llamará Manuel Vicente Cuervo. Ese era el nombre de uno de los iluminados y destinado hacer guía de muchas generaciones.
- Debéis sembrar – Prosiguió el altísimo – En cada corazón de los niños y niñas que lleguen a vuestro regazo las semilla de la paz, el interés y la devoción por el trabajo, el amor por sus semejantes, la solidaridad con el que sufre, el respeto por la naturaleza y sus leyes. Haciéndoles entender que cuando la dañen se perjudicas así mismo y un día perecerán, porque las leyes que rigen al universo son las mismas que gobiernan al hambre y también a la flor que crece en el jardín y al curso de los ríos.
- Hacedles entender que la ley de la compensación es inexorable y que todo lo que el hombre sembrare, eso cosechará. Decidles que nunca, y bajo ninguna circunstancias deben renunciar a su derecho a pensar y a luchar para construir un mejor destino, porque ahí radica la verdadera libertad.
- Enseñarles que la dignidad está por encima de la vida, porque muy poco valor tiene una existencia carente de dignidad.
Y conforme se dijo, fue hecho. Y desde aquel instante, aquellos escogidos sembraron la simiente que les había encomendado en el alma de aquellos discípulos que asistían en busca de conocimientos y sabiduría a aquella fuente de luz.
¡Y hasta el presente sigue soñando con la construcción de un mundo mejor!
Autor: Yngry W Sánchez C.
Puerto Cumarebo; 26 de Octubre de 2009.
Educadores Falconianos: MANUEL VICENTE CUERVO REYES: "Nació en Puerto Cumarebo, Distrito Zamora, el 5 de septiembre de 1900 y murió en la misma ciudad, el 25 de abril de 1986. Hijo de don Manue..."
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